La Obra Social de Unicaja ha restaurado en su integridad las cinco  vidrieras monumentales y de estética neocubista del Instituto de  Enseñanza Secundaria (IES) El Valle, de Jaén, que está considerado un  ejemplo de edificación e incluido en el Registro Andaluz de Arquitectura  Contemporánea del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.     Así se ha puesto de manifiesto este viernes durante el acto de  inauguración tras su rehabilitación, al que han asistido el director de  la Obra Social y RSE de Unicaja, Felipe Faraguna; la delegada provincial  de Educación, Angustias María Rodríguez; la alcaldesa de Jaén, Carmen  Peñalver; la presidenta de la Fundación Unicaja Jaén, Carmen Espín; el  director del IES, Francisco Expósito, y Fernando Cortés Pizano,  restaurador de las vidrieras, que están instaladas en el salón de actos  del instituto.
   Según ha destacado Unicaja, su contribución a la restauración de  las singulares vidrieras de El Valle se encuadra dentro de las numerosas  actividades realizadas por la entidad financiera en apoyo de la  conservación y rehabilitación de edificios históricos y de interés, así  como al desarrollo y fomento de la cultura y economía en Jaén.
   Las cinco vidrieras datan de mediados del siglo XX e  iconográficamente representan cinco oficios ligados a la formación  impartida en el centro: mecánico, albañil, soldador, carpintero y  herrero. Aunque se desconoce la autoría concreta de su diseño, fueron  realizadas en su día por la Casa Maumejean de Madrid, empresa familiar  fundada a finales del siglo XIX en Madrid que ha estado dedicada a la  realización de vidrieras durante más de 150 años. 
   Los trabajos de restauración, cuyo coste de 60.000 euros ha sido  asumido por Unicaja dentro de la labor de su Obra Social, han sido  realizados por la empresa restauradora Fernando Cortés Pizano,  reconocido especialista en la conservación y restauración de vidrieras  que ha dirigido y asesorado las obras de rehabilitación de un gran  número de vidrieras instaladas en edificios, iglesias y catedrales de  varios países de Europa. 
   Las vidrieras, cuyas medidas son de 4,45 metros de alto por 1,49  de ancho, fueron desmontadas en agosto del año pasado y se han vuelto a  instalar en el salón de actos del instituto el pasado mes de enero.  Antes de los trabajos de restauración estaban muy deterioradas, debido  principalmente a numerosos impactos producidos desde el exterior. Las  principales patologías de deterioro que presentaban eran las abundantes  pérdidas de vidrios y una deformación acusada de gran parte de la red de  plomo. 
   El principal criterio de restauración aplicado consistió en  priorizar la consolidación estructural de los paneles y la recuperación  general de la lectura de las obras. Excepto en un caso concreto, no fue  necesario reemplomar los paneles de nuevo y se pudo conservar la gran  mayoría de los plomos originales.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario