Como se puede comprobar, el parecido es bastante escaso. Sin buscar excusas, no hay que olvidar que nos encontramos ante un juego y las herramientas difieren mucho del modo de trabajar tradicional. Es más, el resultado es incluso lamentable; ni por asomo llega a parecerse a Rembrandt. Ni tan siquiera a una obra de Fran Hals como indico en el video...
Es la tercera vez que utilizo la máquina para realizar una imitación y aún no controlo mucho las técnicas suministradas por el juego. Los efectos son similares pero la aplicación difiere mucho; por ejemplo se pueden superponer técnicas incompatibles. Con todo, he de reconocer que el grado de acabado puede mejorar considerablemente. Sin embargo, dudo que el diseño del juego pretenda emular o competir con los sistemas tradicionales; los imita pero su objetivo como decía más arriba es otro: jugar.
No obstante prometo realizar alguna otra imitación más verosímil. Como juego cumple su función: retar al jugador a superarse, intentar superar el nivel...
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